miércoles, 12 de octubre de 2011

Enfermedades de Transmisiíon Sexual.

Las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) o Enfermedades Venéreas históricamente han sido un problema de salud frecuente.
Además de provocar lesiones en el sitio de contagio, muchas de ellas tienen manifestaciones sistémicas
importantes que hacen necesario que el médico internista esté en conocimiento de su semiología, su
tratamiento y sus complicaciones.

Las causas de las ETS son las bacterias, parásitos y virus que se adquieren por tener relaciones sexuales con alguien que esté infectado casi exclusivamente, durante las relaciones sexuales, incluido el sexo vaginal, el sexo anal y el sexo oral; también por uso de jeringuillas contaminadas o por contacto con la sangre, y algunas de ellas pueden transmitirse durante el embarazo, es decir, de la madre al hijo.

Para evitar el contagio de ETS, es fundamental conocer su existencia, practicar sexo seguro, utilizar métodos anticonceptivos que protejan del contagio (preservativo o condón) y conocer sus síntomas, para solicitar cuanto antes tratamiento sanitario. También es imprescindible evitar compartir jeringuillas (para el consumo de sustancias adictivas, por ejemplo).

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